Voy a recuperar las entradas sobre lana de fieltro porque tengo bastantes cositas hechas con ese material y no me gustaría que quedarán en el olvido. Una de ellas es este coche que hice con la ayuda de mi novio. Él lo entregó junto a su portafolio cuando fue a la entrevista para Renault. No sé si os daréis cuenta pero teóricamente es un Twingo, uno de los coches más monos que existen. Me gusta pensar que este broche (le pusimos un imperdible debajo para poder llevarlo en la ropa) pudo contribuir un poquito en conseguir el trabajo.
Durante mucho tiempo nos preguntamos a dónde fue a parar el cochecito y para sorpresa mía unas semanas atrás Migue vino a casa con él, un compañero de su trabajo que lo tenía se lo devolvió.
Sólo espero que ese montón de lana de fieltro encogida le siga dando suerte.
Los anuncios de este coche eran un amor:
qué bonita la historia :____
ResponderEliminarMe encantan los objetos hechos con amor. seguro que le dio suerte!
Si!!es una cucada de coche, seguro que este pequeño detalle movió la balanza...
ResponderEliminar¡viva la gente creativa!!
un abrazo Laura!
O.O!Que bueno!, pues si seguro que ago ayudó, además lo
ResponderEliminarcurioso que el cochecito a vuelto a él, karma, destino,
el poder de los amuletos monos...
Glorioso Twingo.
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